Con nuestra visita viajaremos a través del tiempo en una ciudad con un pasado tan glorioso que las piedras aún nos recuerdan el paso de reyes, de conquistadores, arquitectos de renombre, judíos y cristianos en convivencia y todos aquellos que contribuyeron a la conservación del gran legado que hoy en día disfrutamos.
Nos remontaremos a los orígenes de la Turaca prerromana, pasando por la Turgalium romana y a la no menos importante musulmana Taryala o Torgielo cuyos habitantes durante cinco siglos urbanizaron y dejaron muy bien abastecida la Truxillo o Truxiello posterior para los cristianos.
Trujillo fue medina islámica en la frontera del al-Andalus de cuyo tiempo data la Alcazaba (s. IX al XII) y sus Aljibes (s. X) y parte de su muralla ampliada por los cristianos hasta el siglo XVI.
Recorremos cada una de sus puertas góticas (Puerta de Santiago, Puerta del Triunfo, Puerta de San Andrés …) y sus casas fuertes defensivas ubicadas en la muralla. Arquitectura defensiva que aún se mantiene en Trujillo y que nos recuerdan las guerras civiles castellanas que se desencadenaron a finales de la Edad Media (siglo XV).
Lugar de paso continuo de reyes, cabe destacar la estancia en varias ocasiones de Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón en el contexto de las guerras sucesorias por el trono de Castilla. Luis de Chaves, uno de los prohombres de Isabel y defensor de su causa contra Juana “La Beltraneja” apoyada por el Marqués de Villena.
En el Alcázar de Luis de Chaves se alojaron los católicos y es donde se firmó el segundo documento del tratado de Alcaçobas (paz de Portugal). Es aquí donde también se firmó el primer documento de cancillería por parte de los dos monarcas reconociendo a Fernando como heredero de la Corona de Aragón tras la muerte de su padre Juan II. Se unieron en Trujillo bajo un solo cetro las dos coronas Castilla, Aragón y Sicilia “el tanto monta monta tanto”
Resaltaremos la importancia histórica de sus imponentes iglesias, como en el interior de Santa María la Mayor (s. XIII al XVI), cuya torre tardo románica del siglo XIII, única en Extremadura, esconde un secreto que te desvelaremos. En Santa María está enterrada la nobleza trujillana y entre ella destaca el arcosolio del Sansón Extremeño, Diego García de Paredes, el militar más destacado del siglo XV inmortalizado también por Cervantes en el Quijote. El retablo hispano-flamenco de Fernando Gallego, exponente en pintura castellana, 25 tablas de 1480-1485 y un coro con bóveda semiplana de Sancho Cabrera
Y hablaremos, cómo no, de los Pizarro, los Orellana y otros conquistadores y exploradores de América junto a sus casas solariegas y sus escudos familiares ubicadas en las calles de tracería original.
Pero no nos quedaremos sólo en los conquistadores, no se puede hablar del descubrimiento de América sin pasar por la gran aportación de Trujillo: tanto a nivel administrativo, como arquitectos que marcharon y que se convirtieron en universales, flujo de personas que marcharon, exploraron y más tarde aportaron a la socialización como las mujeres.